Invernantes inusuales

En el litoral de Gozón existen pequeñas ensenadas donde inverna una pequeña cantidad de limícolas cada año. Por supuesto, la más importante es la de Zeluán, en la ría de Avilés, que suma los números más importantes y la mayor variedad de especies. Después tenemos el tramo de costa entre el Cabo Peñas y el límite con Carreño, donde se reparten varias de estas ensenadas. Las especies que invernan aquí suelen ser cada año las mismas, pero este año he encontrado algunas especies inusuales.

Por ejemplo hoy en Bañugues me encontré con un ejemplar de correlimos oscuro Calidris maritima, nada habitual en la zona.

Se trata de un ejemplar de primer invierno, con las coberteras alares y las terciarias con orlas blancas muy nítidas, rasgos típicos del plumaje juvenil. Suele verse en áreas rocosas, por eso es curiosa esta foto que obtuve del correlimos cruzando sobre la playa.

El otro invernante atípìco de Bañugues es un archibebe claro, que detecté a mediados de diciembre. Más habitual es el chorlito gris Pluvialis squatarola, del que también hay un ejemplar juvenil en Bañugues.

En las últimas visitas a Bañugues he contado menos vuelvepiedras (12) y chorlitejos grandes (8) que en periodos anteriores. Chorlitejos grandes se ven tanto juveniles como adultos.

Quizá algunos se hayan desplazado a la ensenada de Aramar, junto a Luanco, donde no son invernantes habituales, y hace un par de días pude contabilizar 7 vuelvepiedras y 2 chorlitejos grandes.

La otra especie común a ambas ensenadas es el andarríos chico, con 3 ejemplares en Bañugues y 4 en Aramar.